lunes, 25 de mayo de 2015

MUJERES EN LA LUCHA POR LA CANCHA

El fútbol se juega en la gran mayoría sino en todos los países del planeta, siendo uno de los deportes con mayor promoción en el mundo.  Este deporte ha sido practicado por los hombres tradicionalmente, sin embargo las mujeres han incursionado desde hace algunos años en el mismo, mostrando sus cualidades técnicas y su gran condición para cumplir un papel importante que merece ser reconocido.





En medio de un país con tantas dificultades y con la cultura del machismo, estas mujeres están haciendo un trabajo relevante por la cultura deportiva del país. Gracias a su buen obrar en  procesos tanto individuales como colectivos, están logrando tomar protagonismo y posicionando el fútbol femenino, cosa que hasta hace poco no se veía en lo más mínimo.  
El fútbol femenino ha logrado un gran crecimiento y un auge en categorías jóvenes y en escuelas de formación colombianas en comparación de doce años atrás. A pesar de ello, se considera que al fútbol femenino de Colombia aún le hace falta más apoyo de entidades que avalan este deporte, como la Federación Colombiana de Fútbol, Coldeportes, el Comité Olímpico y las ligas departamentales de cada ciudad, sin embargo, la conclusión muchas veces es que el apoyo puede existir desde el planteamiento de las políticas públicas, pero no ha existido una buena administración para hacer eficientes y efectivos estos apoyos, impidiendo que el fútbol femenino colombiano crezca y sea reconocido a nivel internacional.

Las mujeres sobre el terreno de juego son justas y correctas, cosa que no sucede con el fútbol tradicional entre hombres. Hay que decir que el Grupo de Estudios Técnicos ha observado que existe una diferencia entre la actitud de los hombres y de las mujeres futbolistas. Los hombres pueden tomar ejemplo del comportamiento de las mujeres sobre el terreno de juego, expreso la FIFA en el 2012. Resulta entonces, algo irónico que la Selección Femenina haya logrado la clasificación a un mundial femenino antes de que la Selección Colombia Masculina, pudiera volver a ser parte de los equipos clasificados a la Copa Mundo y esto no tenga su reconocimiento público respectivo.  Mientras las selecciones masculinas han tenido una tendencia a la baja en los últimos años, a excepción del Mundial de Brasil 2014, la Selección Femenina, ha “sacado la cara” por Colombia con títulos y figuraciones destacadas en todas las categorías y de esto el pueblo colombiano no hace alarde.

El comienzo no fue fácil, si se tiene en cuenta que el balompié no es un deporte practicado masivamente por las damas en nuestro país. Entre 1995 y 1998 se conformaron equipos con fútbol incipiente y sin grandes logros con base en las jugadoras del fútbol de salón femenino sirviendo de todas maneras como punto de partida. Los primeros puntapiés de las muchachas en nuestro país se remontan hacia finales de los años 80, cuando jugadoras vallecaucanas empezaron a aparecer en los potreros para disputar sus propios partidos. Como era difícil, casi imposible, que los hombres aceptaran a mujeres en los equipos, ellas decidieron armar sus propias escuadras para emprender una verdadera liberación. Al despuntar los años 90, empezaron los intercambios interdepartamentales porque en Antioquia y Bogotá, siguieron el ejemplo del Valle del Cauca. Y ante el furor que se desató, la División Aficionada del Fútbol Colombiano, Difútbol, decidió acoger a las damas en sus programaciones habituales de carácter nacional. En los primeros torneos apenas se contaba con la participación de las ligas de Bogotá, Antioquia y Valle. Después se unieron ligas como Tolima y los Santanderes. Hoy en día, la mayoría de ligas adscritas a la Difútbol participan en los campeonatos nacionales.

Las niñas a pesar del poco apoyo que se les brindaba, hacían sacrificios y esfuerzos por lograr tener un proceso y subir su nivel futbolístico, los escenarios deportivos no eran los adecuados y las herramientas como estacas, balones, petos, conos entre otras cosas, no estaban en las mejores condiciones. Pero para las colombianas esto no significó un mayor problema. En ese entonces, la Selección Bogotá de Fútbol Femenino, no tenía un escenario deportivo fijo y debía entrenar en las Canchas de Fútbol La Morena, en el Parque 22 Nacional, en el Parque el Tunal, incluso, en la llamada “cancha chigüiros” que por decirlo así, era un potrero con tres arcos, escenario en el que las jugadoras que hoy en día son estrellas en el exterior, sembraron sus bases técnicas, las cuales las prepararon para llegar a donde hoy en día están. Entre los equipos que siempre han sobresalido por su nivel futbolístico en Colombia, se encuentran las selecciones de Valle, Bogotá, Antioquia y Tolima, en el torneo que se realiza anualmente por la Difútbol de los juegos nacionales, siempre el campeón, se encontraba entre estas selecciones.

Cada logro que se alcanzaba, era un gran avance para cada selección según la ciudad campeona, en Cali, en Medellín, en Ibagué, y en otras ciudades empezaron apoyar este deporte, en Bogotá también se estaba generando un proceso de formación y de trabajo diario, enfocado en mejorar el nivel de las jugadoras para conformar una selección que lograra romper el paradigma de que el fútbol femenino tan sólo era para hombres o visto como un hobby para las mujeres.

“A partir del 2008 las cosas empezaron a ser diferentes. En la categoría sub 17 donde empecé mi proceso futbolístico como Selección Colombia a cargo del profesor Pedro Rodríguez, quien nos apoyó desde un principio y nos enseñó a creer en nosotras mismas. La evolución ha sido grandísima, ya que en años atrás, la Selección Colombia solo iba por participar y a partir de esta categoría, en la mentalidad de las jugadoras colombianas estaba el creer en nosotras mismas. En ese año Colombia gana por primera vez un título sudamericano” dijo Laura Cosme, delantera de la Selección Colombia.

Como muestra de que nuestra cultura deportiva está cambiando para bien, un jugador del Deportivo Cali, cuyo nombre es Cristian Nasuti, dice que el futbol también es para mujeres por el hecho de que ellas también lo viven con pasión, les gusta y no le parece mal que lo puedan hacer. “Cada vez está creciendo en todas las partes del mundo. Uno disfruta cuando lo televisan y ve que hay chicas que juegan muy bien” dijo Nasuti.
El capitán de juego en el Deportivo Cali, Andrés Pérez, también dio su opinión. Dijo que el futbol femenino es algo muy positivo. Piensa que  en Colombia necesitan más apoyo o más escuelas de formación. “Pienso que estamos viviendo hoy en día un auge en la mujer por querer jugar futbol y de pronto no hay las escuelas suficientes” expresó Andrés.

PARA RESALTAR

El Club Deportivo Atlas CP es propiedad de la actual jugadora de la Selección Colombia, Carolina Pineda.  Es un club comprometido con los valores sociales y la formación deportiva, impulsado la competitividad y el desarrollo humano a través de la práctica del fútbol.

“Nosotros iniciamos este proyecto de futbol femenino y hemos logrado crear mucha diferenciación con respecto a  muchos otros clubes, desde varios aspectos. No solo es el tema humano sino también desde la ejecución como tal en el deporte, específicamente desde el entrenamiento, formación de los entrenadores y creación de los nuevos escenarios que día a día hemos podido ir adquiriendo en pro del desarrollo de este deporte” expresó Duban Pineda quien es hermano de Carolina Pineda y director corporativo del club.

Según Duban Pineda, el futbol femenino, al igual que muchos deportes, es un espacio de inclusión donde las mujeres se han apropiado de un deporte que aparentemente era único y exclusivamente para los hombres. Cree que es un deporte que necesita, día a día, irse profesionalizando producto de la masificación que ha tenido y de los procesos tan bonitos que se han venido desarrollando a nivel semiprofesional y a nivel amateur.

Como muestra de estos procesos está Isabela Mendoza, capitana de la categoría elite en el club deportivo Atlas CP. Ella empezó a jugar futbol desde los 10 años y desde siempre ha contado con el apoyo de sus padres. En el 2014 tuvo la oportunidad de ser Selección Valle. Ahora cuenta con 18 años y hace seis meses radica en Canadá, lugar donde adelanta sus estudios y hace parte del equipo de la Universidad. 

Pero no todos los procesos son iguales, está el de Geraldine Grisales quien practica futbol desde los 7 años. Siempre se le ha dificultado llegar a los entrenos debido a que son lejos del lugar donde vive. Cuenta con el apoyo total de su madre y hermanos pero con el repudio de su padre, solo por jugar fútbol.  Expresa que su padre viene de una familia machista, donde piensan que solo los hombres pueden jugar al balompié. A pesar de ello, siempre le ha puesto una cara fuerte y optimista a la situación. Se caracteriza por tener una autoestima alta y perseverar hasta alcanzar.

Como factor importante de un proceso futbolístico, está el papel que juegan los entrenadores.   Henry Parra, estudiante de la Escuela Nacional del Deporte y entrenador de la categoría elite en el Club Deportivo Atlas CP, expresa que el fútbol siempre ha sido su pasión. Ha tenido la oportunidad de entrenar hombres y mujeres dentro de este club y dice que se puede notar la diferencia. Las niñas manejan mucha más disciplina, mucha entrega  y las ganas siempre de querer ganar que afloran en cada entreno. “Eso fue lo que hizo enamorarme del futbol, me motivó a acercarme más, ¡Amor a primera vista!”. A pesar de escuchar frases como “el fútbol masculino es lo que da plata” “Los hombres son de alto rendimiento” el sigue firme en la labor. Su gran objetivo es dirigir la Selección Colombia Femenina.

LA OTRA CARA

A estas alturas del partido, se creería que todos queremos la evolución del fútbol femenino, que todos y todas sueñan con una liga profesional colombiana de fútbol para mujeres. En efecto, muchos si lo sueñan. Sin embargo hay opiniones respecto al tema que expresan todo lo contrario.

Fernando “El Pecoso” Castro, director técnico del Deportivo Cali, dice que no le gusta el futbol femenino: “La verdad es que de tantos años que llevo en el futbol, que son alrededor de 45 años, yo nunca he visto un partido de futbol femenino, no me gusta, no me llama la atención.  Me parece que el futbol es un deporte fuerte, rudo, brusco y de mucho temperamento y me parece que, ¡a lo mejor yo estoy equivocado!, que las mujeres me excusen y me perdonen pero no me gusta el futbol femenino. Yo he tratado de ver futbol femenino y no le encuentro absolutamente nada. Me parece a mí,  que si lo hicieran de forma recreativa o que un día cualquiera se encuentre cinco o seis niñas a pegarle una patada a un balón ¡sí! Pero un fútbol de once contra once, partidos televisados de mujeres en campeonatos nacionales e internacionales ¡no! no me gusta y que me perdonen las mujeres. No he sido capaz de ver un partido entero de dos equipos femeninos. Me gustaría que alguien me dijera algo, por qué estoy equivocado. Toda la vida he estado en el futbol, la verdad es que a las mujeres las veo demasiado hermosas en un quirófano, en una oficina o como abogadas, arquitectas, medicas, ginecólogas, gerentes de bancos, en cualquier actividad de la vida pero jugando fútbol, ¡la verdad que no!, nunca me ha gustado ver a una mujer jugar fútbol.









Por Lina Esmeralda Alegría

Comunicación Social y periodismo

viernes, 15 de mayo de 2015

Entrevista a Fernando “El Pecoso” Castro Lozada- Técnico del Deportivo Cali



Su posición frente al fútbol femenino:

La verdad es que de tantos años que llevo en el fútbol, que son alrededor de 45 años, yo nunca he visto un partido de fútbol femenino, no me gusta, no me llama la atención. 
Me parece que el fútbol es un deporte fuerte, rudo, brusco y de mucho temperamento y me parece que, ¡a lo mejor yo estoy equivocado!, que las mujeres me excusen y me perdonen pero no me gusta el fútbol femenino. Yo he tratado de ver fútbol femenino y no le encuentro absolutamente nada. Me parece a mí,  que si lo hicieran de forma recreativa o que un día cualquiera se encuentre cinco o seis niñas a pegarle una patada a un balón ¡sí! Pero un fútbol de once contra once, partidos televisados de mujeres en campeonatos nacionales e internacionales ¡no! no me gusta y que me perdonen las mujeres. No he sido capaz de ver un partido entero de dos equipos femeninos.

Me gustaría que alguien me dijera algo, por qué estoy equivocado. Toda la vida he estado en el fútbol, la verdad es que a las mujeres las veo demasiado hermosas en un quirófano, en una oficina o como abogadas, arquitectas, medicas, ginecólogas, gerentes de bancos, en cualquier actividad de la vida pero jugando fútbol, ¡la verdad que no!, nunca me ha gustado ver a una mujer jugar fútbol. 

Por Lina Esmeralda Alegría y Laura Isabella Arbellaez
Comunicación social y periodismo

martes, 12 de mayo de 2015

En amor a dos


Era una tarde soleada, viernes 11 de abril de 2014, cuando la sonrisa más bonita del mundo apareció entre la multitud. Tres treinta de la tarde y ahí estaba yo, terminal de transportes de pasajeros de Cali, esperando la llegada de un apuesto joven con quien me escribía desde hace meses por internet.

La química del amor es una expresión acertada. En la cascada de reacciones emocionales hay electricidad (descargas neuronales) y hay química (hormonas y otras sustancias que participan). Ellas son las que hacen que una pasión amorosa descontrole nuestra vida y ellas son las que explican buena parte de los signos del enamoramiento. Cuando encontramos a la persona deseada se dispara la señal de alarma, nuestro organismo entra entonces en ebullición. A través del sistema nervioso el hipotálamo envía mensajes a las diferentes glándulas del cuerpo ordenando a las glándulas suprarrenales que aumenten inmediatamente la producción de adrenalina y noradrenalina (neurotransmisores que comunican entre sí a las células nerviosas). Sus efectos se hacen notar al instante, el corazón late más de prisa (130 pulsaciones por minuto), la presión arterial sistólica (lo que conocemos como máxima) sube.

Así comenzó todo, descendió de un bus automotor y sus ojos me buscaban en aquel lugar, no me encontraron y decidió marcar a mi celular. Después de ubicarme empezó a caminar hacia mí. ¡Por Dios! Me temblaba todo, mis manos estaban frías y mi boca no sabía que iba a decir pero ¡Oh sorpresa!, se acercó a mí y sin mediar palabra me beso, ¡siiiii! así de la nada me beso. No le importo su alrededor, ni siquiera me lo consulto, sólo me besó.  No se imaginen el beso común. Creo que quería sorprenderme y lo logró. Sentada en una silla sin espaldar, puso su mano derecha sobre mi espalda y la izquierda sobre mi cara, sus labios contra los míos y mi cuerpo en un ángulo de casi 180 grados. No sé cómo lo hizo pero ahí estábamos los dos, besándonos por primera vez ¡cómo de película! Ese es ahora mi galán, el galán de mi película, está próximo a cumplir 21 años, tiene unas cejas espectaculares y una sonrisa deslumbrante.

El amor, esa vaina sin explicación que la neurociencia expone desde una perspectiva química. Se ha descubierto que en el amor, el cuerpo libera sustancias que provocan distintas reacciones principalmente la dopamina, la serotonina y la oxitocina. La Doctora Helen Fisher (profesora de antropología e investigadora del comportamiento humano en la Universidad Rutgers), así como Bianca P. Acevedo y Arthur Aron (Doctores en psicología en la universidad Stony Brook en Nueva York) han estudiado el amor romántico desde un punto de vista científico durante muchos años. Sus estudios han dado lugar a conclusiones importantes, como por ejemplo: cuando los enamorados observan a la persona de su interés se incrementa la producción de dopamina que se asocia con una energía excesiva, euforia, y atención enfocada al amado así como un aumento de serotonina que incrementa la felicidad. Entonces, aquella tarde yo era más dopamina y serotonina que cualquier otra cosa.

El ocho de cada mes celebramos ser novios, el primero de cada febrero celebramos la aparición del uno en la vida del otro. Después de esa tarde soleada nos dimos a la tarea de conocernos y unos meses más tarde, la de querernos. Hoy por hoy son 15 meses a su lado. Dios quiera que sean muchos más. No obstante, entre todas estas explicaciones bioquímicas que podrían terminar arrancándole al amor su mágico misterio, hay una verdad que se sostiene como un templo: mantener por mucho tiempo una relación, es mas de razón, comprensión y habilidad. Entonces ¿Qué hacer para lograr que esta química inicial no se diluya? La respuesta es fundamentalmente una: amar  con inteligencia.

El estudio realizado por estos tres doctores sugiere que experiencias nuevas y satisfactorias entre la pareja puede provocar la producción de dopamina, que sería algo así como re – enamorarse. Otro secreto de las relaciones duraderas, según la  Dra. Fisher es el prolongar las ilusiones positivas. Es decir, ver siempre el lado positivo del compañero de vida, lo que de alguna manera ayuda a estar satisfechos con la relación y no dejar que la monotonía apadrine el amor.

¿Qué más les puedo contar? Es maravilloso, disciplinado y entusiasta, ¡que afortunada soy de haberlo encontrado! Cientos de miles de habitantes en el planeta  y desde esa tarde empezamos a ser solo dos. Ahora nos apoyamos, aprendemos y crecemos juntos.  Me dice cosas bonitas, me consiente y manda rosas a mi puerta. Lo importante, sin embargo, más que saber qué sustancias u hormonas secreta nuestro cuerpo al estar enamorados, es saber que el amor es verdadero y puede durar toda la vida, si tan solo hacemos lo posible por otorgarle a nuestra pareja momentos inolvidables. Después de todo como dice la Dra. Fisher,Puedes conocer todos los ingredientes de un pastel de chocolate y todavía encontrarlo delicioso”.



Somos más que solo sustancias químicas.

Por Lina Esmeralda Alegría
Comunicación social y periodismo.

La vida en una llamada

Esta historia ocurre en Pacondo un sitio del planeta. Un alargado muchacho llamado Claudio del Monte  llama a la línea de atención al cliente desde su celular para pedir una información. Pero se encuentra con una desabrida, la operadora que automáticamente le contesta y se niega a ayudarle. Claudio sólo tiene 19:59 minutos para convencer a la desabrida de que le facilite un número marcado desde su celular. De ello dependerá que Claudio recupere o pierda al amor de su vida.

Claudio juega el papel de emisor y la desabrida el papel de receptor. El canal de transmisión del mensaje es una llamada hecha desde un celular. El mensaje, podríamos decir, es la solicitud de un número de celular por parte de Claudio para que pueda hallar a su novia. El código, palabras en castellano, las cuales inician en un lenguaje formal hasta un lenguaje más agresivo. Veremos ciertas estrategias de Claudio  para convencer a la desabrida operadora. Un gato, un gallo, un marrano y un caballo perdío Claudio, dice que siente lo mismo ahora que perdió el amor, así conecta con la desabrida. En conclusion, no alcanza, no culmina, no termina, no pudo obtener lo que quería ... le falto otro minuto y en el intento perdió el amor.


Por David Franco y Lina Alegría
Pensamientos de un artista
Curso 2